
Aunque la sensación de confort depende del metabolismo de cada persona, se recomienda una temperatura de 21º como suficiente durante el día y de 18º por la noche, cuando se duerme. Aunque el reglamento permite hasta un máximo de 23º.
Los usuarios, siendo conscientes del consumo de energía y del impacto que sobre el medioambiente supone elevar la temperatura, deben utilizar ropa adecuada a la época del año. Un jersey ligero, por ejemplo, permite obtener sensación de confort con menores temperaturas que la ropa de manga corta.
IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía).